Quem diz ao dia, dura! e à treva, acaba!
E a si não diz, não digas!
Sentinelas absurdas, vigilamos,
Ínscios dos contendentes.
Uns sob o frio, outros no ar brando, guardam
O posto e a insciência sua.
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Quién dice al dia, ¡dura! y a la penumbra, ¡acaba!
Y a sí no dice, ¡no digas!
Centinelas absurdas, vigilamos,
Incientes de los contendientes.
Unos bajo el frío, otros en el aire blando, guardan
El puesto y su insistencia.
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